En un acto celebrado esta mañana en la Casa del Cordón, la Fundación CaixaBank Dualiza y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) han renovado su alianza para reforzar el programa Vocaciones Dualiza, que busca acercar y prestigiar la Formación Profesional (FP) entre los jóvenes y sus familias. El convenio tiene como objetivo abordar la creciente dificultad de las empresas para encontrar personal cualificado, un problema que afecta a todos los sectores productivos.
A lo largo de los últimos años, Vocaciones Dualiza ha logrado importantes avances. Más de 3.000 estudiantes de la provincia han participado en actividades organizadas por el programa, mientras que 25 centros educativos y 23 embajadores empresariales han contribuido a estrechar el vínculo entre el sistema educativo y el tejido empresarial. «La FP es una oportunidad real y sólida para los jóvenes, con tasas de inserción laboral cercanas al 92% en Burgos», destacó Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE.
El convenio renovado incluye una programación ambiciosa para el primer semestre de 2025. Entre las acciones previstas destacan más de 30 jornadas dirigidas a 1.700 alumnos y el lanzamiento de los Desayunos Dualiza, un nuevo foro de encuentro entre empresas y centros educativos. El primero de estos desayunos, que se celebrará el próximo 3 de febrero, estará enfocado en los retos laborales del sector hostelero, con la participación de empresarios y docentes.
Gerardo Cuartero, director territorial de CaixaBank en Castilla y León, ha reafirmado el compromiso de la entidad para apoyar esta colaboración y animó a las empresas a involucrarse activamente en el programa. «Queremos tender puentes para mejorar la calidad de la oferta educativa y contribuir a un mercado laboral más dinámico y preparado», subrayó.
Adaptándose a la nueva Ley de FP
La renovación del acuerdo coincide con la implementación de la nueva Ley de Formación Profesional, que introduce un modelo dual desde el primer curso. Según ha explicado Óscar López, técnico de la Dirección Provincial de Educación, esta normativa representa un cambio de paradigma, ya que obliga a un mayor grado de colaboración entre centros educativos y empresas.
El nuevo modelo también plantea desafíos para las pymes, que representan la mayoría del tejido empresarial en Burgos. «Para muchas empresas pequeñas, asumir estudiantes de FP supone un esfuerzo significativo», reconoció Benavente, aunque se mostró optimista sobre el impacto positivo de esta colaboración a largo plazo.